domingo, 13 de marzo de 2011

caminata nocturna

Dedicado a Ale Leopard. ♥

Ella caminaba, lentamente, con calma. Si no fuera una calle vacía en la fría ciudad, diría que disfrutaba el paisaje. Tenía la cabeza agachada y los ojos perdidos. El cabello tapaba parte de sus ojos, no eran muy visibles. Sus labios solían moverse como si estuviese silbando, gesticulaba; creía que decía algo pero, en realidad no decía nada.
Su ropa era oscura y se confundía con la noche, porque la luz que iluminaba las calles estaba en corto, así que su iluminación era intermitente, y demasiado débil. Era un toque escalofriante, porque las calles de esta ciudad suelen ser peligrosas después de las once de la noche; sin embargo, le daban un toque encantador a ella. La luz en su rostro iba y venía, muy despacio desaparecía, porque ella retenía la luz con sus ojos, y cuando todo estaba oscuro, volvía a aparecer de forma súbita, y sus ojos se volvían a llenar de brillo, le molestaba un poco el choque brillante que generaba, creo que por eso tenía la cabeza agachada y los ojos perdidos.

La noche transcurría lenta, al igual que el paso de ella, creo que estaban coordinadas. Cada paso que daba, dejaba la luz un poco más atrás, y ya a lo lejos brillaba como un cerillo que se apaga lentamente... ella iba trémula dejando todo atrás, y el paisaje que era comido por la bruma se iba volviendo vapor lentamente.
En horas más tempranas, había llovido, el asfalto estaba un poco húmedo aún, su rostro se reflejaba ligeramente, pero ella no lo notaba porque no estaba mirando a ningún lado en particular.

En una esquina dobló a la izquierda, se desvió de su camino, parecía no haber razón aparente; era una zona muy oscura, ella no decía palabra. Caminaba errática, temblaba por el frío; pero aún así, no se detenía.
Entró lentamente en un pasaje que estaba lleno de árboles y sillas, ella tropezaba constantemente, pues la visibilidad estaba reducida, sus pasos eran torpes pero llenos de gracia, a veces paraba para recoger las hojas secas que estaban en el suelo, sus manos se untaban de tierra, pues habían algunas hojas húmedas por la lluvia que estaban llenas de lodo, ella ignoraba aquél hecho, se frotaba las manos y seguía en sus asuntos, a veces olvidaba que estaba perdida en sus pensamientos y su rostro retornaba a la vida, y esbozaba una sonrisa llena de inocencia, una sonrisa efímera, duraba apenas un segundo, y volvía a la normalidad, su rostro era totalmente neutro, y sin embargo, estaba lleno de armonía. La tristeza y los pocos destellos de alegría hacían una hermosa mezcla heterogénea que no dejaba a nadie saber en qué estaba pensando en realidad; y sus ojos seguían perdidos, en otro universo, o algo así, en todo caso su mirada era totalmente vacua.

Una vez salida del pasaje, llegó a una avenida con apenas tráfico, ella caminaba en la dirección contraria del sentido de la autopista, de vez en cuando pasaba un carro que, afanado, le pitaba, y con la luz a su máxima potencia trataba de esquivarla, y su rostro parecía iluminado por una antorcha, pero el peligro no significaba nada para ella, ni siquiera notaba el riesgo que corría; ella seguía mirando las hojas secas.

La luna de vez en cuando salía de su escondite en las nubes,y luego volvía a meterse. Cuando salía, la iluminaba directamente a ella, y su pálida piel se tornaba visible, como las flores que son iluminadas por  la ligera capa de rocío sobre ellas en la madrugada, y cuando la luna se ocultaba, ella volvía a estar cobijada por el enigma de la noche.

Después de una leve parada, como para reflexionar a dónde debía ir, después de volver en si, siguió caminando, muy lentamente como antes, dejando que sus pies salpiquen la lluvia juguetona en el asfalto; de vez en cuando sus manos se movían a su rostro, apartaban el cabello juguetón que invadía su rostro, pues ella iba en contra de la dirección del viento.
Una a una fue soltando las hojas que recogió en el camino, como para recordar cómo regresar de su destino a la nada, y se fue fundiendo con la oscuridad que se veía a lo lejos; hasta que no se pudo ver nada, solo se escuchaba el sutil ritmo de sus pasos, que eventualmente, también se perdió en la nada.
Yo caminaba a su lado, pero era invisible para ella.


N/a: realmente soy malo para los títulos, fue lo único que se me ocurrió... no sé qué tan bien cuadre. En todo caso, es lo de menos.

2 comentarios:

  1. Me encanta como describes escenarios tus escritos son muy bellos y muy buenos :D

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  2. Logré recrear en mi mente tu escrito y fue genial.
    Me gustó mucho...

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