martes, 3 de mayo de 2011

Acechas

Apareces de la nada, me buscas, acechas.
Te apareces frente a mí en los momentos inesperados, destruyes como meteoros, todo cuanto está a tu paso. Buscas en mí hasta el punto más débil, y lo atacas. No demuestras compasión, nada para ti es sagrado: devastas.
Cierro mis ojos buscando una salida, pero no la encuentro, ahí estás tú, grito para ahogar tu voz, pero es más fuerte que yo, y estás ahí, enloqueciéndome.

Corro, corro con los pies cansados, pero miro atrás, solo de reojo para asegurarme que ya no estás, y cuando creo que te he dejado, vuelves a aparecer a mi lado. Eres una sombra, en los momentos de gran felicidad, apareces proyectada en la luz como un gigante, y opacas todo a tu paso, eres una sucubbus: vienes del inframundo generando tu propia luz cuando todo es oscuridad, y te aseguras así, de no desaparecer jamás. No me dejas solo.

Mis pasos torpes me arrastran al suelo, vuelvo a levantarme, huyo al laberinto enmarañado en el que sin darme cuenta, me he comenzado a perder más y más, pero me sigues, estás a mi lado, acechas.
Tu rugido feroz como de dragón desgarra mis oídos, choca con las paredes, se vuelve eco: se multiplica, se materializa, toma la forma de miles de siluetas, y me rodea. Son siluetas con tu figura, me acorralan. Y entonces desapareces, pero ellas siguen ahí, recordándome que existes, así como tú me recuerdas la existencia de algo que murió mucho tiempo atrás.

Trato de ahogarte en Vodka, pero tú sabes nadar, trato de quemarte con el ardor de las heridas, pero tú naciste del fuego, y la única quemada resulta siendo mi piel, por el filo de la cuchilla que me acaricia cada mañana. Trato de pensar que estás muerta, así que visto de luto, totalmente de negro, con la mirada agachada y la sonrisa quebrada, pero tú sobrevives en mis ojeras y mis lágrimas saladas...

¡Sé que acabarás pronto con mi vida! Así que, una vez me haya ido, por favor, no me persigas en el más allá, oh, melancolía.

N/a: Dedicado a Ruu Chan ♥ ánimo neni, todo laberinto tiene una salida.

1 comentario:

  1. pero tú sobrevives en mis ojeras y mis lágrimas saladas.
    Me encantó abuelito, sos el mejor C: siempre escribis tan liiiiindo!
    Bells.

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