Cada vez que muero

Cada vez que muero; mi mente es liberada, y puedo ver entonces la realidad, tan bella y simple, pero llena de inmensidad. No como las mentiras terjiversadas que se apoderaban de mi mente, cuando seguía en la cueva.

Hoy, he vuelto a morir, las cadenas de mi cuello y piernas ya no estan en mi. Veo que todo lo que una vez creí real,no es más que la proyección irónica y burlesca, de lo que alguna vez quisieron que adoptara como verdad.

Los otros que estaban junto a mi en la cueva, aún creen en lo que ven... "pobres" pienso, pero no le doy más importancia y salgo a caminar.

Mis pasos son torpes, es mi primera vez en pie; salgo de la cueva y salgo del planeta. Camino alfin libre junto al cosmos y sus estrellas.

Todo es distinto ahora, lo que siempre pensé como la eternidad, infinita e implacable, no es más que un pequeño fragmento, de la única realidad.

El rango de refracción que nublaba mi vista ha desaparecido, y ahora puedo ver, totalmente lleno ese vacío. En la bastedad del universo mi mente fluye libre. Junto al nether y los neutrinos, y cada molécula de ATP en mi cuerpo comienza a entrelazarce con las miles de partículas nunca antes imaginadas por mi.

Los monosacáridos y polipéptidos se desfragmentan y reconfiguran una y otra vez, pues ahora somos uno con este universo. Uno en armonía, y nos expandemos y contraemos junto a él.

Y veo al sol, que exparce sobre mi, una carga de rayos gamma; esos que antes habrían destruido mi planeta junto a mi cuerpo material, pero que ahora solo fluyen junto a mi: como una calida brisa aromatizada por el olor del campo y la ciudad.

Me desfragmento otra vez, he llegado junto a una estrella muerta, a convertirme en partes danzantes en el caos infinito y armónico de un agujero negro.

Veo através de él, y sus 23 dimensiones toda la hermosura que mi cuerpo terrenal, siempre aparto de mi.

Mi cuerpo celestial, se separa de la armonía que unía perpétuamente el éter, mi alma, la materia oscura y el nether; todos como uno en un universo de energía oscura, atravesado por cuerdas multivariables, que pasan por otras 20 dimensiones, que antes ignoraba pero ahora conosco.

Después de la separación veo como todo se aleja de mi, y como vuelvo rápidamente al planeta que habité. A esa cueva; esa maldita cueva, con las sombras que llamamos realidad.

He vuelto a renacer; y otra vez ignoro inconciente la armonía que conocí, una vez más al morir.

Así, derrotado y encadenado, sólo puedo decir, que si quieres matarme, hazlo una y otra vez sin que me de cuenta, para que sea una sorpresa la desparición inminente de esa cadena que a mi mente apresa.

Mátame, una y otra vez, ruidosa y brutalmente, o con un silencio lento y certero. Pues puedo volar sin cadenas lleno de libertad; cada vez que muero.

06/mayo/2010, 9:09 am.


Hice esto, basándome en la alegoría de la caverna, y vino a mi mente mientras me duchaba. Curiosamente, a diferencia de esos pensamientos que vienen a mi cuando no los puedo anotar por ahi, este permaneció en su mayoría intacto, hasta que llegué a la universidad y pude descargarlo en el papel.